martes, octubre 03, 2006

post decididamente prescindible

Si mi tristeza alcanzara para dibujar muros y puertas, muros y puertas, muros y puertas en este mi mundo de mentiras. Si esta tristeza alcanzara para palpar otras tristezas o para alcanzar con los dedos esos días de indiscutible tranquilidad, si todo me sirviera para darle a las horas pasadas forma de fruto podrido, si pudiera abrazar ese fruto en descomposición y luego comérmelo para no tener que añorarlo nunca más. Si mi tristeza me sirviera para algo, si todo esto me sirviera para algo, tal vez tendría el don de sentirme dueña de lo que ahora me vuelve en sueños y que veo tan lejano aunque me silba tan cerquita y tan clarito.

Si le pudiera pedir a alguien que me devolviera todo incluyendo las lágrimas a mi cuerpo y las risas al tuyo, le pediría también que me devolviera el aroma del clavel que no llovía muerte pero sí visita al cementerio, le pediría que me regalara trece instantes diferentes de sonrisas y de silencio que en algún momento duraron lo mismo. Si pudiera pedir algo pediría haber reemplazado el don't let me down por el let me down, let me down. Pediría mucho en comparación con lo que recibiría, pero seguiría siendo muy poco porque sólo pediría una pequeña imagen de tus palabras goteando arrítmicamente en mis oídos o de tus zapatos amenazándome con salir a caminar. Si estuviera decidida a aceptar mi petición como mía tal vez pediría que volvieras a mirarme por la ventana mientras yo llegaba o mientras yo me iba, pero eso sólo sería un caso extremo, porque probablemente sólo terminaría pidiendo mirar mi dedo llegar hasta tu timbre y tu mano hasta tu puerta, no pediría más.