sábado, octubre 28, 2006

anomalía

Aléjate, memoria de pared, memoria de cuchara,
memoria de zapato,
No me sirves, memoria, aunque simules este día.

Olga Orozco

casa de campanas.
cajas con miles de esquinas de polvo y de cartón. cajas que me envuelven en esta niebla que busca compadecerme.
campanas y cajas.
redoblan pero no suenan, retumban sin timbre, sin color de notas, sin pentagramas de barro como era antes.
campanas.
a gritos, campanas. gritos de animales viejos y de mi casa sola de presagios y jardines.

yo digo, pero la verdad es que me sé en esta casa que en el día se vuelve de cartón, en esta avenida cerrada y cercada por los troncos de viejas violetas. es ésta mi autopista de nieve descompuesta y de candados guardados para siempre en el armario porque ya no hay puertas para asegurar: es la casa de las no entradas, la que se muere de ruinas y baldosas en desuso. son éstos mis huespedes que parten y vuelven eternamente y cuya salida inútilmente intento impedir. son los escombros de mi casa los que se caen de tiempo y de suma de tiempos infinitamente cortos, casi imperceptibles. epifanía de viejos tactos. es la casa que me aguarda siempre aunque yo nunca pueda salir. la que me espera aunque no deje de habitarla.