sábado, abril 15, 2006

Mi mamà y mi hermano se fueron de viaje hace poquito, como media hora. Mi papà no fue porque no quiso y yo no fui porque en teorìa tengo que estudiar. Se fueron en carro con los llanos como destino. Yo los mirè por la ventana mientras mi mamà arrancaba, y sentì mi vida màs vacìa que nunca antes. Sentì la casa que me envuelve poco mìa, las personas poco cercanas, los objetos casi intocables y las paredes querièndose desplomar sobre mis pestañas. Sentì el ambiente pesado, los ojos envueltos en algùn sentimiento con raro sabor y la necesidad urgente de dejarme caer sobre el piso para mirar hacia atràs. Vì a mi hermano allà abajo, dentro del carro, sonrièndome, y a mi mamà con amargura en los ojos y en las manos. Con cansancio, un cansancio similar al que yo creo sentir pero que no puede ser comparado con el de ella. Un cansancio insondable, absolutamente fragil pero difìcil de cambiar. Mi mamà me mirò con toda la ternura y la fuerza necesaria para hacerme sentir como una mierda. No por el paseo ni por los ùltimos sucesos desagradables, no porque yo no pueda ser lo que ella esperaba de mì. Màs bien porque sè de la dulce y lenta agonìa que le genera el tener presente que lo que tiene no es lo que se merece, que yo no soy ni serè la mìnima parte de lo que ella quiso construir con sus manos y su aliento, pero que tiene que lidiar con todo esto.

Soy la victimaria, la culpable de todo lo que puedo sentir. La ùnica agresora, la ùnica razòn de la discordia y la tensiòn. El ùnico argumento de mis estùpidas depresiones soy yo misma, soy la ùnica explicaciòn para lo que sentì cuando mirè por esa ventana y vì que las personas que màs amo se alejaban sin mì.
Asì seguirà siendo, siempre se alejaràn ante mis estùpidas tristezas porque nunca tendrè el valor para detenerlas, para expresar un poquito de lo que pretendo sentir.

El vidrio de la ventana sigue ahì, mirandòme con decepciòn, viendo còmo me fragmento a mì misma en mil partes y burlàndose porque sabe que mis cuestionamientos y mis làgrimas son absolutamente en vano, que mañana o pasado mañana saldrè a la calle con la misma cara de siempre y con la misma actitud de mierda.

Suena: The köln concert (Part iib) - Keith Jarrett