domingo, marzo 18, 2007

breathless

tomar un respiro, sentir el aliento evaporarse y el humo de la calle lejos, imperceptible. el afuera se reduce y despacio deja de existir mientras los perfumes se encuentran y se desvanecen sujetos a una misma atemporalidad. dejar de ser, desaparecer en un momento y no pertenecer a ninguna sustancia. desfallecer. caer. sentir la caída lenta hacia el abismo, el vértigo cercano al éxtasis que sólo existe a través del suspenderse sobre un precipicio de palabras, de elementos y de sonidos hasta entonces sin sentido. caer y disfrutar el golpe habitual del viento sobre los labios. no atarse. descender y perder los brazos en el proceso, desencadenar al cuerpo y soltarlo a su propia suerte. cuidar los ojos de ese paisaje que ahora se deshace en movimiento. no ser más que agua descendiendo directamente hacia la nada - hacia el centro de la tierra que no es otro lugar diferente al cuerpo y las palabras. dejar de mirar, liberar una y otra vez el aliento. respirar sin poder respirar.